Durante los días de Semana Santa el municipio Cocorote del estado Yaracuy se convierte en el más dulce de Venezuela. La incitadora calificación la obtiene debido a la celebración de la Feria del Buñuelo, una tradición que cumple 20 años y que surgió de la iniciativa de los lugareños como una opción para compartir en época de reflexión.
La Feria del Buñuelo comenzó durante el asueto de la Semana Mayor del año 1996. Diez familias acordaron ofrecer, a la venta, el tradicional dulce venezolano que se elabora a base de yuca como ingrediente principal.
“Quisimos rescatar las tradiciones, llevar a los jóvenes esta especial costumbre de nuestros ancestros. Con el paso del tiempo, la actividad fue tomando cada vez más forma y hoy se extiende por toda la Avenida José Antonio Páez, hasta llegar al paseo Las Playitas”, explicó, orgullosa, la coordinadora del evento, Francisca González.
Aunque el buñuelo es el “Rey de la Feria”, en los más de 180 stand ubicados a lo largo de la Avenida Páez se ofrece una amplia variedad de artesanías, dulces criollos y platos típicos. Expositores provenientes de los 14 municipios de Yaracuy y de otros estados, ofrecen a los visitantes manducas, cocadas, churros, quesillos, dulce de lechosa y manjar de parchita; además, está abierta la posibilidad de degustar el famoso patacón, hallacas de pescado y arepas con chigüire, entre algunos de los más solicitados platos de un vasto menú. “El evento se consolida como de economía local de producción”, exclamó la señora Francisca.
Diariamente, en la feria se vende un estimado de 27 mil buñuelos. En su mayoría, los artesanos trabajan con seis kilogramos de masa para buñuelos por día; se tiene estandarizado que de cada kilo salen 30 unidades; es decir, un aproximado de 180 por cada uno de los 150 exponentes.
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